Rodada por Fernando Ruiz de Vergara en 1977, Rocío es un documental próximo a la hora y media de duración que aporta una visión antropológica de la romería andaluza del Rocío. El guión es de Ana Vila, y los actores son los propios protagonistas de la romería.
El documental genera controversia y polémica por la exposición que hace de este rito religioso y por la mención directa de Jose Maria Reales Carrasco por parte de un vecino de Almonte que cuenta como Reales asesina a palos en agosto de 1936 a vecinos del mencionado pueblo. También en la cinta se menciona la relación entre la Iglesia y la hermandad rociera con los sucesos de los años de la guerra civil.
Antes que censurada fue seleccionada por el Ministerio de cultura para participar en el Festival de Cine de Venecia junto a Opera Prima de Trueba, en 1980. En julio de ese mismo año se estrena en el cine Bellas Artes de San Sebastián.
El estreno en Andalucía tardó meses en llegar. Las jerarquías eclesiásticas y andaluzas presionan para impedir su exhibición en cualquier cine de Andalucía. Gana el Certamen de cine Andaluz que se inscribe dentro del I Festival Andaluz de cine de Sevilla de 1980.
Se estrena en Madrid en febrero de 1981. El 23 de febrero, descendientes de Reales Carrasco presentan en el juzgado de Sevilla una querella criminal contra el director de la película, la guionista , el responsable de la casa distribuidora y contra el anciano almonteño que interviene en la cinta; por los delitos de injurias graves, escarnio de la religión católica y ultraje público de las ceremonias que en honor a la Virgen del Rocío se celebran durante su tradicional romería. Las injurias graves se cometen al imputarse al fallecido Jose Mª Reales Carrasco, padre de los denunciantes, el haber asesinado a palos en agosto de de 1936 a vecinos de Almonte.
Como consecuencia el juez prohíbe la exhibición del filme en toda España el 8 de abril de 1981 y procede a su secuestro, un día después se proyecta en Madrid en el II Congreso de Antropología del Estado español.
El juez desestima por completo la imputación de escarnio a la religión católica, y el anterior secuestro preventivo se limita a las provincias de Sevilla, Cadiz y Huelva. Pero como pueden ser constitutivos de delito de injurias graves, y contienen indicios racionales de criminalidad, el juez declara a los herederos de Reales competentes para presentar la querella y los procesados quedan en libertad provisional, debiendo compadecer en el juzgado cada quince días. El juzgado de Sevilla, dos meses después vuelve a ordenar el secuestro de la película en todo el territorio nacional, son retiradas las copias de Madrid, Valencia y Málaga.
El juicio por un presunto delito de injurias graves contra los responsables de la película Rocío se celebra en junio de 1982.
Tras prohibiciones y recursos, y más de dieciocho meses sin poder exhibir la película, en febrero de 1984, Luis Vives Marzal, ponente del Tribunal Supremo y autodeclarado defensor del régimen franquista, confirma la sentencia de la Audiencia de Sevilla: Condena a Fernando Ruiz, director, a dos meses y un día de arresto mayor, 50.000 pesetas de multa y a indemnizar con 10 millones de pesetas en concepto de responsabilidad civil, por un delito de injurias graves contra JM Reales. Se prohíbe la distribución y proyección de Rocío en tanto no se supriman las expresiones sobre la actuación de Reales y la escena en la que aparece una fotografía suya con los ojos tapados. Gómez Clavijo y Ana Vila fueron absueltos por el tribunal.
La película vuelve a exhibirse en las salas en 1985 con casi tres minutos censurados y la imagen proyectada en negro para llamar la atención.
En los noventa es emitida en las televisiones públicas española y andaluza en horario de madrugada y con la supresión de los planos en negro para evitar el impacto.
En marzo de 2005 vuelve a rebrotar Rocío con la llamada Memoria Histórica.
El documental genera controversia y polémica por la exposición que hace de este rito religioso y por la mención directa de Jose Maria Reales Carrasco por parte de un vecino de Almonte que cuenta como Reales asesina a palos en agosto de 1936 a vecinos del mencionado pueblo. También en la cinta se menciona la relación entre la Iglesia y la hermandad rociera con los sucesos de los años de la guerra civil.
Antes que censurada fue seleccionada por el Ministerio de cultura para participar en el Festival de Cine de Venecia junto a Opera Prima de Trueba, en 1980. En julio de ese mismo año se estrena en el cine Bellas Artes de San Sebastián.
El estreno en Andalucía tardó meses en llegar. Las jerarquías eclesiásticas y andaluzas presionan para impedir su exhibición en cualquier cine de Andalucía. Gana el Certamen de cine Andaluz que se inscribe dentro del I Festival Andaluz de cine de Sevilla de 1980.
Se estrena en Madrid en febrero de 1981. El 23 de febrero, descendientes de Reales Carrasco presentan en el juzgado de Sevilla una querella criminal contra el director de la película, la guionista , el responsable de la casa distribuidora y contra el anciano almonteño que interviene en la cinta; por los delitos de injurias graves, escarnio de la religión católica y ultraje público de las ceremonias que en honor a la Virgen del Rocío se celebran durante su tradicional romería. Las injurias graves se cometen al imputarse al fallecido Jose Mª Reales Carrasco, padre de los denunciantes, el haber asesinado a palos en agosto de de 1936 a vecinos de Almonte.
Como consecuencia el juez prohíbe la exhibición del filme en toda España el 8 de abril de 1981 y procede a su secuestro, un día después se proyecta en Madrid en el II Congreso de Antropología del Estado español.
El juez desestima por completo la imputación de escarnio a la religión católica, y el anterior secuestro preventivo se limita a las provincias de Sevilla, Cadiz y Huelva. Pero como pueden ser constitutivos de delito de injurias graves, y contienen indicios racionales de criminalidad, el juez declara a los herederos de Reales competentes para presentar la querella y los procesados quedan en libertad provisional, debiendo compadecer en el juzgado cada quince días. El juzgado de Sevilla, dos meses después vuelve a ordenar el secuestro de la película en todo el territorio nacional, son retiradas las copias de Madrid, Valencia y Málaga.
El juicio por un presunto delito de injurias graves contra los responsables de la película Rocío se celebra en junio de 1982.
Tras prohibiciones y recursos, y más de dieciocho meses sin poder exhibir la película, en febrero de 1984, Luis Vives Marzal, ponente del Tribunal Supremo y autodeclarado defensor del régimen franquista, confirma la sentencia de la Audiencia de Sevilla: Condena a Fernando Ruiz, director, a dos meses y un día de arresto mayor, 50.000 pesetas de multa y a indemnizar con 10 millones de pesetas en concepto de responsabilidad civil, por un delito de injurias graves contra JM Reales. Se prohíbe la distribución y proyección de Rocío en tanto no se supriman las expresiones sobre la actuación de Reales y la escena en la que aparece una fotografía suya con los ojos tapados. Gómez Clavijo y Ana Vila fueron absueltos por el tribunal.
La película vuelve a exhibirse en las salas en 1985 con casi tres minutos censurados y la imagen proyectada en negro para llamar la atención.
En los noventa es emitida en las televisiones públicas española y andaluza en horario de madrugada y con la supresión de los planos en negro para evitar el impacto.
En marzo de 2005 vuelve a rebrotar Rocío con la llamada Memoria Histórica.
¿La película que proyectáis es la original sin censuras o qué?
ResponderEliminarAnónimo: La censura se encargó de eliminar todas las copias no censuradas. La que tenemos es una que nos dio el propio director, Fernando Ruíz,a la que le faltan los minutos censurados.
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