En estas V
Jornadas abordamos decididamente la cuestión clerical. Lo hacemos desde el
argumento y la racionalidad, dejando de lado el folklore y la pataleta para
entrar de lleno en el asunto. No estamos contra el creyente, sino contra el privilegio
de los curas. Respetamos al creyente, consideramos al divino como un fantasma
producto de la imaginación, abogamos por una sociedad laica y racional.
En los PGE (Presupuestos Generales del Estado) se
reducen notablemente, entre otras necesidades sociales, las partidas a
educación con las drásticas consecuencias conocidas. La Iglesia católica recibe
4.600 millones para pagar los sueldos de 16.000 profesores de religión y
financiar colegios concertados; el presupuesto del deporte es incrementado en un
20 %; se fomentan las corridas de toros, las procesiones y actos religiosos. Los programas de estudio son cada vez más
pobres en conocimiento y más dirigidos hacia la productividad. Los
colegios privados, en su mayoría religiosos o afines están al servicio de la
Iglesia y del Capital.
Mientras, el Ministro de Educación está dispuesto a
cambiar la ley para que los colegios concertados que realizan la segregación
por sexos puedan seguir haciéndola y recibir subvenciones.
Benedicto XVI dice que las monjas deben dedicarse a
los rezos y dejar la vida social. Pio XI: “las escuelas mixtas promueven la
promiscuidad y la igualdad”.
Las Ong –la caridad- en su mayoría dependen más o
menos directamente de la
Iglesia. El tema de las ONG es más importante de lo que en un
primer momento parece, pues anula la solidaridad y el apoyo mutuo,
imprescindibles para el progreso humano. Confunden solidaridad con la virtud
teologal “caridad”, que se hace como ofrenda a dios; si no hay pobres no hay
ofrendas. Parafraseando a una monjita en un programa de televisión “Si no
hubiera ricos, ¿Quién haría las obras de caridad?”. Pobreza y diferencia de
clases. Por ello, y por otras razones, no nos dejamos deslumbrar por sectores contestatarios
con la Iglesia oficial, seria un error pensar que estas reacciones forman parte
de una tendencia sostenida hacia un mundo laico regido por la racionalidad. Muy
al contrario, las divisiones en el seno de la Iglesia son más una búsqueda
renovada de la trascendencia que un giro hacia la racionalidad.
Es muy difícil calcular el montante que recibe la
Iglesia, sus cuentas son opacas; se
estima entorno a los 11000 millones, más la sangría de las inmatriculaciones.
Dinero que es utilizado para difundir su credo e ideología y mantener los
privilegios del clero.
Recordamos que los
250 millones que recibe a través de la asignación de IRPF, los pagamos
entre todos, pues no es una cantidad adicional que paga quién la marca. Lo recordamos porque mienten los curas cuando dicen que son cantidades
extra que aportan sus seguidores.
Manifestación
de protesta por los privilegios de las iglesias. El cartel de las Jornadas, también utilizado en el
I Ciclo de Cine Ateo organizado por
Amal, procede de la manifestación solicitada para el 5 de abril del presente
año en protesta por los privilegios clericales, prohibida con la excusa de que
es un día jueves llamado santo. Si alguien lo desea podemos facilitar la
información que por problemas de espacio no podemos expresar en este escrito.
En cualquier caso, denegar una manifestación por ser un día religioso,
constituye un atentado a la libertad de expresión propio de regímenes
teocráticos. Con esta reproducción queremos hacer una llamada de atención sobre
este hecho y pedimos colaboración para el caso de que el próximo año se vuelva
a repetir.
Dejamos la cuestión religiosa para referirnos
brevemente a la grave situación en la que nos encontramos.
Vivimos un momento de pérdida de derechos y
bienestar conquistados tras décadas de lucha del movimiento obrero y social. La
desorganización, la indiferencia y el miedo, permiten el empuje del Capital hacia condiciones laborales decimonónicas; y
la represión estatal necesaria para ello, a una falta de Libertad de épocas oscuras.
Las movilizaciones de los pasados meses abrieron una
puerta a la esperanza (esperanza como estado del ánimo, no como virtud
teologal), hacia un mundo libre, justo y solidario. Esperanza que se ha visto paralizada
ante la imposibilidad de saber seguir adelante. En nuestra opinión, si no damos
una respuesta adecuada y proporcionada a la agresión que recibimos, no
conseguiremos nada. Esta repuesta, por supuesto que democrática, nadie más
democrático que nosotros, pasa necesariamente por la organización social y
obrera. Escribimos organización y no Organización, por que ésta no
necesariamente significa siglas, pero sí es imprescindible la colaboración, la
coordinación, el apoyo mutuo, la solidaridad; ignorar a los que dicen resolver nuestras
dificultades y cobran por ello, resolver
nuestras dificultades por nosotros mismos tomando conciencia de los problemas
colectivos de manera solidaria.
A por ello. Depende de nosotros. Sí queremos,
podemos.
Por la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad.
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